Kargatzen...

Gaurkotasuna

290 horas

290 horas

Recientemente, casi todos los colegios navarros se han sometido a un proceso de votación sobre la jornada escolar que tendrán los próximos cuatro años.

A pesar de la imposición de la jornada partida y del injusto sistema de mayorías, la respuesta de las familias ha sido abrumadora. De todos los colegios que han votado, solo dos han conseguido mayoría para la jornada partida, no llegando en ninguno de los casos a los 3/5 de mayoría “cualificada”. Los datos no engañan, el 97% de las familias navarras prefieren jornada continua frente a partida o flexible.

Recientemente leí un artículo muy acertado de un exprofesor de Filosofía llamado Iñaki Iraola que indicaba lo siguiente y que viene muy al caso:

“...Parece que hay un empeño en imponer a la realidad (profesores, transportistas, agricultores, ganaderos...) lo que deben pensar pero la realidad es muy terca, si no la conocemos y andamos de su mano nos hacemos daño... ¿Por qué no hablan nuestros políticos con los profesores sobre Educación? Quizás porque no quieran conocer una realidad contraria a las ideologías que se quieren implantar...”.

Señor Gimeno, ¿se ha enterado de lo que ha pasado últimamente en el mundo real? ¿Va a escuchar a las familias a las que representa? De verdad que espero que sí y que aflore esa valentía política que se ha visto en otras Comunidades, estableciendo la jornada continua como única.

Lo que sigo sin entender es qué motivos llevan a una familia a no elegir una jornada continua en la que, la hora de salida del cole puede ser la misma que en la partida, por lo tanto descartamos motivos de conciliación, las extraescolares son gratuitas y gestionadas por profesionales, a las que accede todo tipo de familias, y evitando absentismo por las tardes. Por lo tanto, descartamos motivos sociales. Donde hay menos masificación en el comedor, mejorando el servicio, reduciendo el estrés y los conflictos, con lo que descartamos preocupaciones por condiciones del comedor.

La única explicación que se me ocurre me lleva a recordar protestas contra el matrimonio entre personas del mismo sexo o contra la ley de interrupción del embarazo y es que, señoras y señores, el que no vayan a utilizar un derecho no es motivo para que se lo nieguen a los demás.

Me resulta muy triste que en mi propio entorno haya familias que hayan dado su voto a no poder elegir, votando para impedir que las familias que sí podemos y queremos estar dos horas más al día con nuestros hijos lo podamos hacer. Porque, seamos sinceros, ellos podrían seguir con las mismas rutinas.

Y son 290 horas cada curso escolar las que me roban de estar con mis hijos, de momento, los próximos cuatro años. Espero ver a estos abanderados de las causas sociales y de los biorritmos haciendo labores para la comunidad, demostrando su gran implicación con los desfavorecidos, y dando de desayunar huevos con bacon a las 6 de la mañana a sus hijos, siguiendo las conductas gastronómicas europeas que tanto defienden.

Marco Rivera.

Original en www.diariodenavarra.es