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Tumbar la jornada continua en Navarra y que parezca un accidente

Tumbar la jornada continua en Navarra y que parezca un accidente

Leo estos días con más indignación que asombro la noticia de que volvemos a la jornada partida en los colegios de Infantil y Primaria, Orden Foral mediante aprobada sin ningún respaldo de la Comunidad Educativa. Y se preguntarán quizá quién puede estar detrás de este absurdo y repentino cambio que nos devuelve de golpe y porrazo a aquellos maravillosos años 80: empresas privadas de catering, colegios concertados y privados ofertando actividades extraescolares mediodías y tardes a doblón y, al parecer, también la OCDE quien ha dicho que la jornada partida va a contribuir a reducir significativamente el abandono escolar. Que yo sepa, señoros de Europa, en Infantil y Primaria el abandono escolar no existe así que ese argumento no cuela.

El pasado 6 de noviembre el Consejo Escolar de Navarra, presidido por Manolo Martín, con tan sólo 14 votos a favor de las 35 personas que lo componen (es decir, sólo 40% votos a favor, sin mayoría) aprobó el dictamen de esta “maravillosa” Orden Foral que establece, entre otras joyas, que para que la jornada continua salga adelante en un colegio, se tiene que conseguir el voto favorable de 3/5 del censo total. ¿Cuántas votaciones democráticas conocen que requieran 3/5 y no una mayoría simple para salir adelante? ¿Por qué no se le pide también a este organismo esos 3 / 5 de su censo para poder avalar y que salga adelante esta Orden Foral? Pues porque si se lo pidieran es obvio que no saldría.

La intencionalidad es clara: tumbar la jornada continua pero que parezca un accidente. Y yo me pregunto, ¿por qué quienes menos partimos el bacalao en Educación somos siempre los propios docentes? ¿Por qué tengo que creerme que la jornada partida es más beneficiosa que la continua para el alumnado? ¿Qué intereses económicos hay detrás de todo esto? Y lo más importante, ¿por qué no podemos decidir democráticamente, mediante una mayoría simple, nuestra propia jornada laboral que no es más que nuestra? Sí, compañeros: no es ni de Ausolan, ni de Manolo Martín, ni de la concertada ni de la OCDE. Es nuestra y nos la están robando. Sigamos luchando por nuestros derechos. (...)

Artículo de SOFÍA ROSADO MARTÍN.

Origial en www.diariodenavarra.es