Educar viene del latín educare y educere. Significan orientar, guiar para sacar de dentro y/o extraer la luz. Está claro que quienes dirigen el departamento de Educación de nuestra comunidad tratan de guiar y orientar, sí, pero según sus intereses. La democracia es dejar participar al pueblo para que la voz de éstos sea la guía de los cambios, lamentablemente esto todavía no lo saben algunos que están arriba y por eso ejercen el poder desde el autoritarismo. Es imprescindible trabajar en educación por y para la infancia, escuchando al profesorado y a las familias, un diálogo entre el gobierno y el pueblo que no se cumple respecto a la jornada continua, por eso, señor Gimeno y amiguicos, pedimos vuestra dimisión.
Febrero, mes de ilusiones antes de las votaciones que para algunos ha acabado en lágrimas, palabras de dolor, sensaciones de tristeza mezcladas con la rabia e impotencia, frases de niños y niñas expresando su deseo e incomprensión: “solo quiero un cole, el de la tarde no quiero”, “ama, yo al comedor no quiero ir más días”, “¿por qué votáis los padres y no los niños?”, “¿qué aita o ama vota que su hijo tenga cole por la tarde?”, “¿entonces a la tarde tendré mates, inglés...?, ¿otra vez llegaremos a casa y no tendré tiempo de jugar?, nuestros peques no entienden el porqué.
Sabíamos que no iba a ser fácil porque el Gobierno de Navarra ha vuelto a jugar sus cartas a favor de sus propios intereses, sin escuchar a las familias, sin analizar la historia y evolución en Navarra del deseo de cambio hacia la continua y su buen funcionamiento en los coles que llevan años con este tipo de jornada. A pesar de las trabas, las votaciones reflejan alto y claro lo que queremos las familias de la educación pública. Muchos lo han conseguido y otros nos hemos quedado en la puerta por un gobierno que no quiere escuchar y seguimos rogando el diálogo o la dimisión. Como en toda medida política, tampoco han escuchado esta vez a la infancia, ni a profesionales entendidos en el área, se ignora la importancia del tiempo en familia (lugar donde se hornea la personalidad, la autoestima, los valores...), del descanso (opuesto al estrés) y del tiempo libre (vía para canalizar lo vivido y desarrollo de potencialidades), para no perder la costumbre, sólo se mira la economía e intereses de los adultos. Por favor, dejen de lado el orgullo y escúchenos.
De nuevo en algunos coles el curso que viene volverán a ser tardes de “corre, venga, que tienes que ir a música y luego tienes tareas”, “corre, venga, que vamos al logopeda y luego tienes baloncesto”, “corre, venga, recoge que tienes que repasar la lección”, “no, no, hoy no nos quedamos en el parque, tienes academia”. El estrés y las prisas volverán a ser las protagonistas de unas tardes que podrían estar gobernadas por la calma y el disfrute tras una buena jornada escolar por la mañana.
Nuestra tristeza y enfado se mezclan con el miedo e incertidumbre de tener mucha probabilidad de volver a perder profesorado porque, como es lógico, si pueden, se irán a uno de los tantos coles que sí han conseguido superar el porcentaje del 60% de votos a favor. ¿Tú no lo harías señor Gimeno?. Todo esto conlleva que habrá dificultades para formar un equipo directivo, habrá muchos cambios que dificulten seguir los proyectos educativos, y de nuevo habrá que vincular y conocerse entre profesorado, alumnado y familias.
Regulando nuestra tristeza, dolor, rabia y vergüenza ajena, tratamos de explicar a nuestros menores las incoherencias de este proceso en el que las familias sólo hemos intentado conseguir un cambio en el sistema mirando las necesidades de la infancia, sin querer hacer daño a nadie, no hay niño o niña que lo entienda, así que nos vemos en la obligación de seguir luchando por el bienestar de nuestros hijos e hijas.
La rigidez no es sana señor Gimeno, ignorarnos refleja vuestro miedo amigos de Gimeno. Ya lo sabéis, pedir perdón es de sabios, rectificar es de inteligentes.
Por Mayra Goldaraz Busto y Nati Expósito Goñi, en representación de la Plataforma jornada continua para todas las escuelas con representación en colegios Auzalar y San Miguel de Orkoien, Mendialdea I de Berriozar, Erreniega y Catalina de Foix de Zizur, Irulegi y San Pedro de Mutilva, Gares- Puente La Reina, Zubiri, Amaiur, Etxalar, Irain de Lesaka, Bernart Etxepare y Patxi Larrainzar de Iruñea-Pamplona.